La mayoría de las mujeres que disminuyen el tamaño de su pecho lo hacen por problemas y molestias en la espalda.
La operación de reducción de pecho se debe principalmente al dolor de espalda en la mayoría de mujeres que deciden someterse a esta intervención. Es el análisis de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), que dictamina que esta causa es la más frecuente.
«La creencia de que el dolor de espalda de las mujeres está provocado por el peso del pecho no es del todo cierta, ya que “el motivo principal está en las medidas de postura y de encorvamiento que adoptan para disimular el pecho, sobre todo en las zonas cervical y dorsal alta”.
También señala que si de verdad fuera por el peso, “los hombres con una masa muscular elevada en los pectorales padecerían el mismo dolor”.
Otros motivos por los que las mujeres se someten a esta operación son la aparición de eccemas o de intértrigo (inflamación de la piel) en la parte inferior del pecho, la excesiva presión y las marcas molestas de los tirantes del sujetador en los hombros. Otra razón es la dificultad para realizar ejercicio físico en casos en los que el pecho sea muy grande.
Por ello, en numerosas ocasiones las pacientes acuden a las consultas de los cirujanos plásticos recomendadas por traumatólogos o reumatólogos.
La edad media de las mujeres que recurren a la reducción de pecho se encuentra repartida entre todas las franjas de edad, a diferencia de los aumentos de mama, que cuenta con pacientes de edades más jóvenes.
Las intervenciones de reducción mamaria conllevan la extirpación de partes de la glándula mamaria y de grasa, y la recolocación del tejido que sobre. También puede ir complementada con una elevación de pecho. Es una operación corta, que dura entre dos y cuatro horas, se realiza con anestesia general y el postoperatorio es cómodo e indoloro.
Es importante que “las pacientes se aseguren de que se realice en un centro hospitalario o clínica y de que el profesional tenga la titulación de especialista en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética”.
Fuente: consalud.es