Metacrilato. Sólo está autorizado su uso como relleno facial. Su utilización en nalgas y en mamas es riesgosa para la salud.
Metacrilato”, un término que no pertenece al uso cotidiano, de pronto está en boca de todos.
Los problemas de la modelo Silvina Luna derivados de su cirugía de glúteos y luego las preocupaciones de Vicky Xipolitakis –y otras exponentes del mundo del espectáculo– por sus intervenciones estéticas realizadas por el mismo profesional y con, supuestamente, el mismo producto reabren el debate sobre lo que se hace en pos de la belleza y no solamente en el cuerpo de las famosas.
Como es de esperar, los especialistas consideran que no son los medios, y menos los programas de noticias del show-business , los espacios donde se deben discutir estos temas. No obstante se sabe que, desafortunadamente, cuando surgen problemas es el momento de indicado para reforzar la información que lleve a tomar decisiones seguras para la salud.
¿Es correcto colocar metacrilato en los glúteos? No, y tampoco se debe usar en mamas. Está autorizado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) como relleno facial, en dosis de 1 a 3 mililitros y sólo lo pueden administrar médicos entrenados.
El metacrilato o también llamado polimetilmetacrilato (PMMA) es un acrílico que se emplea con fines industriales, odontológicos y médicos. Al ser inyectado en el organismo, se introduce en forma de diminutas esferas que quedan adheridas al tejido.
En los casos de mal uso, como en glúteos, “son miles de esferas dispersas por toda la grasa y los músculos glúteos y cada una de ellas está firmemente adherida”, indica Aldo Mottura, cirujano plástico y director de la Clínica Estética Mottura.
Raúl Nahas, especialista en Cirugía Plástica, docente de la UNC y director del centro médico que lleva su nombre, afirma que “no se debe usar PMMA para dar volumen en ninguna área, excepto para arruguitas, y se debe hacer una resonancia magnética nuclear para determinar su distribución”.
Pero no siempre se respetan las pautas avaladas para su uso y, cuando eso sucede, los pacientes se preguntan, y muchos consultan, qué hacer.
Al respecto, Nahas indica que son eventuales los casos de pacientes en los que sean estimulados los precursores de la vitamina D, con la consecuencia de generación de hipercalcemia y cálculos. Esto es lo que habría ocurrido con Silvina Luna, tres años después de su cirugía. En otras palabras, hay casos en los que el metacrilato junto al material de relleno produce inflamación crónica de los tejidos y esto genera granulomas. Se estimulan los precursores de la vitamina D y se libera calcio en la sangre, que luego participa en la formación de cálculos renales.
“Descartamos –añade el especialista– que esas personas se salvaron de una embolia inmediata y grave y que improbablemente pueda ocurrir si ya llevan tiempo con la inyección”.
De todos modos, dice que “hay pacientes que pueden beneficiarse con la extracción parcial mediante el uso de láser de diodo y, en casos graves, se retira la piel grasa y PMMA y se realiza una pexia (lifting) glútea para que se logre un resultado estéticamente agradable”.
Consultados los especialistas sobre las vías por las que los pacientes y, evidentemente, las mujeres, en la mayoría de los casos, pueden y deben informarse sobre lo que se les realizará y los productos que se utilizarán en su organismo, Nahas afirma que “el mejor asesor es el listado de especialistas de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper)”, y alienta a que los interesados busquen allí a sus profesionales. Mottura apunta que “es bueno consultar a profesionales serios” y agrega que “en la era de la informática, toda la información está disponible en los teléfonos celulares”.
Planificación individual
La forma inocua de tonificar y modelar los glúteos es con actividad física y ejercicios específicos para esa zona.
Sin embargo, para quienes piensan en alternativas con cirugía estética, conviene tener en cuenta que “los glúteos son todos diferentes y para ello hay prótesis glúteas de distintas formas, proyección y tamaño. Hay que estudiar bien qué prótesis es adecuada para cada caso y luego se trata de colocarlas bien”, explica Aldo Mottura.
Por otra parte, afirma que “si a la persona se le puede aspirar suficiente grasa (generalmente de cintura, piernas o abdomen) es posible inyectar 300 a 600 mililitros de grasa en cada glúteo, según el tamaño de las caderas-glúteos”.
El objetivo en cirugía plástica es lograr una mejoría que guarde armonía con las características físicas de cada persona y de la zona por tratar. En el caso de los glúteos, “hay tantas formas como de mamas”, dice Mottura, lo cual implica que siempre es necesario planificar la intervención y realizar los controles pre y posquirúrgicos.
Fuente: www.lavoz.com.ar